Siempre es un placer volver a Sevilla, y mucho más si voy a descubrir la feria más grande del mundo por primera vez, pero sobre todo, hacerlo como siempre, de la mano de nuestros queridos amigos sevillanos, ¿quiénes mejor que ellos para acompañarnos? 😉 Pues aquí tenéis mi primera vez, que no la última, en la archiconocida Feria de Abril 🙂

Llevaba muchos años queriendo descubrir la Sevilla que va vestida de faralaes, y este año, aunque me ha sabido a poco, he podido disfrutar de una feria de IDA-VUELTA.  ¡Si, amigos! ¡de Ida-Vuelta! porque los que vivimos en Córdoba tenemos la gran suerte de coger por la mañana un tren y en apenas 45 minutos estar en Sevilla, echar el día allí y volvernos en el último.

---

Lo PRIMERO a tener en cuenta cuando vayas a la Feria de Abril, es que es una de las ferias con más solera de Andalucía y, como tal, debes ir acorde, vistiendo un colorido traje de gitana, pero si no te apetece o no dispones de él, una bonita camisa de lunares o una flor en el pelo será suficiente.  Pero cuidado que aviso, seguro que rabiarás de envidia cuando  veas pasear niñas y mujeres todas ataviadas como manda la tradición y con una gran variedad de estilos:  vestidos monocolor, de lunares, con flores, con mantoncillo o sin él,

  

   

¿Ya te has ataviado en condiciones?  Pues lo SEGUNDO que debes hacer, es cruzar la Portada de la Feria, que si no, no has entrado oficialmente a ella 😉 Cada año la dedican a una efeméride o institución, este año estaba dedicada al 150 aniversario del Círculo Mercantil, por lo visto, una de las casetas más antiguas del Real.  Una vez la cruzas encontrarás una infinidad de casetas repartidas por todas sus calles, ¡más de 1000 había este año! Casi todas son de un tamaño pequeño-mediano, y todas con mucho encanto y una decoración exquisita. Es verdad que hay muchas casetas de acceso restringido, de asociaciones, peñas, empresas, pero también hay muchas de acceso libre, las de cada barrio, partidos políticos, sindicatos, asociaciones culturales,… ¿cómo distinguirlas?  Pues hay algún que otro kiosko repartido por toda la feria donde te darán un mapa y te indicarán a las que puedes entrar sin problema, y si te apuras mucho, vete a la Caseta de los Turistas, ¡que también existe! 🙂  

Pues bien, lo TERCERO y muy importante, es comenzar a disfrutarla tomando alguna copilla de ‘manzanilla‘, ¡algo muy típico en la feria! y aunque yo soy más de cervecita, os dejo por aquí algunos consejillos para que este vino no os gaste una mala pasada y no os arrepintáis al día siguiente de haberlo tomado:  tómalo muy frío, si puede ser, en copa de cristal y siempre unido a una buena comida, y si hace mucha calor, combínalo con refresco y tendrás el típico ‘rebujito’ que será mucho más refrescante y tendrás después menos resaca 😉

En cuanto a la comida, pues lo típico es lo que siempre triunfa:  una tortilla de patatas, unos pimientos fritos, ensaladilla de tomate o patata, unas almendrillas, montaditos, etc.

 

Lo CUARTO que deberías hacer, es pasearte por el Real, disfrutar del ambiente, del color que desprenden carruajes, casetas y vestidos de gitana, todo junto, y disfrutar también de la belleza de cada detalle.  Nosotros nos acercamos a la Calle del Infierno para que Petruskina y sus amigos disfrutaran de los cacharritos.  ¿Sabéis por qué se suele llamar así?  pues por todo el ruido que hay por esta zona 🙂

 

Lo QUINTO y muy dulce, es parar a disfrutar de unos buenos buñuelos en el Patio de las Buñueleras 🙂  Por lo visto, no hay final de jornada de feria, que no sea parada obligatoria tomar unos cuántos de estos exquisitos dulces típicos en unas de las casetas más bonitas de toda la feria, y la verdad es que llaman la atención cuando pasas por allí, todas muy coloridas, con una decoración muy esmerada y regentadas por familias de etnia gitana.

 

Imagino que estaréis echando en falta un PUNTO IMPORTANTE:  ¡las sevillanas!  Estaréis conmigo en que, tanto bailar las sevillanas uno mismo, como ver a la gente bailarlas, es entretenido y muy divertido, además de muy colorido si las que las bailan van vestidas de faralaes, pero también las puedes bailar en vaqueros, se pueden bailar en la feria o cualquier día del año, no tienen edad, y, aunque tienen una estructura básica, es difícil encontrar a dos personas que la bailen igual (excluyendo a los alumnos y alumnas de academias), se pueden improvisar también, y las puedes bailar aunque no sepas bailarlas, ¡¡sin riesgo de que seas expulsado de la feria!! 🙂  Pero no hay vez que visite Sevilla que no me sorprenda por algo ¿ a que no sabéis que tareas mandan algunos maestros durante la semana de feria? ¡A dos de los amigos de Petruskina les pidieron grabarse en vídeo bailando una de las cuatro sevillanas!  Y llevaban hasta su chuletilla… ¡me encanta! ¡las costumbres desde chiquitos! ¡No me digáis que no es genial! 🙂

 

¿Sabéis que la Feria de Abril está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional? ¿Y que la feria se inaugura con la ‘noche del pescaíto‘ donde es costumbre tomar pescado variado? ¿Y que todas las calles del Real llevan nombre de toreros? ¿Y sabías que es costumbre atarse la cuerdecilla que trae la botella de manzanilla de la marca La Guita para saber cuántas botellas se llevan gastadas? 😉

Y poco más puedo contar de mi primera visita a la Feria de Abril, de momento, porque pienso ampliar este post el próximo año, si a mis amigos no les importa una nueva visita de Petruska y familia 😉 No me puedo olvidar de dar las GRACIAS a ellos, porque SIEMPRE nos acogen con alegría y nos invitan a descubrir cosas nuevas de su ciudad 🙂

Os dejo esta foto con el bonito carruaje de feria de la Cerveza Cruzcampo ¿os gusta? Pues mi amiga Inma se jugó la vida por mí para quedara así de bonita 😉