‘Ponme como un sello sobre tu corazón’
Durante este último año he conseguido disfrutar de varios frentes a la vez, uno de ellos ha sido el de conocer más mi ciudad, de descubrir espacios llenos de historias que están esperando ser descubiertas. Es mágico cuando te sorprende un nuevo lugar que ha estado ahí todo el tiempo, y tú poco sabías de él. Os invito a descubrir junto a mí la Fundación Antonio Gala, en Córdoba.
Adentrarse en esta Fundación, es hacerlo en el Convento del Corpus Christi de origen barroco, construido por el Siglo XVII. Aquí vivió la Congregación de las Dominicas Descalzas hasta hace apenas dos décadas y se dice de él que quizá sea el más pequeño de Córdoba. Su fachada es una tapia ciega, y al cruzar su puerta con un arco de medio punto, te dan la bienvenida un compás de entrada y un patio empedrado.
Y una vez en el patio, si eliges la puerta que hay a la derecha, comienzas el recorrido por la vida y obra de este guionista, escritor precoz, poeta, novelista, dramaturgo, articulista y ensayista cordobés, estudiante brillante y hombre audaz, culto, ingenioso, mordaz y controvertido que, aunque nació en Brazatortas de Ciudad Real, se trasladó a vivir a Córdoba con su familia con apenas dos años. Comienzas un recorrido por los ‘Recuerdos de Antonio Gala’
Puedes descubrir la figura del escritor en un breve audiovisual, unos paneles detallan sus publicaciones, las calles y colegios de Córdoba y de toda Andalucía que llevan su nombre, y la relación de premios y distinciones que ha reunido a lo largo de su vida literaria. Un poco más adelante, una sala con una vitrina en el centro, guarda sus obras, manuscritos y fotografías.
En algunos paneles puedes descubrir fotografías del escritor junto a frases propias que nos introducen en su infancia y juventud o la relación que ha tenido con Córdoba a lo largo de su vida.
Otra de las joyas que puedes encontrar es la mesa de Santa Teresa que según dice, le llegó en extrañas circunstancias. Y también dice de ella que, aunque reliquia y joya histórica, es muy difícil encajar las piernas en ella, como difícil fue hacerlo para escribir, por ejemplo, Anillos para una Dama 🙂
Pero uno de los rincones que más llamó mi atención, fue el reservado para todos sus bastones. Regalos que le han ido haciendo personas y personalidades a lo largo de su vida. Bastones de ébano, franceses, de oro, de plata, de cerezo o con empuñaduras de marfil, se pueden leer breves comentarios por parte de él sobre quiénes se los regalaron: Pedro y Amparo Larrañaga, Jaime de Mora y Aragón, Rocío Jurado o Ismael Merlo, entre otros. Del bastón de éste último, Antonio Gala dice que su predecesor dueño lo llamaba el bastón de Alicia en el País de las Maravillas, por la simpática cabeza de conejo que hay tallada en él. Y aún hay más, también el de una anciana alicantina que lo usó ella y antes su marido, pero antes que ninguno de los dos, perteneció al escritor Pérez Galdós. ¡Me encanta! ¡cuántas historias! 🙂
‘…A quienes me preguntan, suelo advertirles que yo no llevo bastón por estética, sino por estática. Sin embargo, creo que debo hacer dos aclaraciones. Primera, yo no colecciono bastones: colecciono amigos que me regalan bastones. Segunda aclaración, en realidad no me apoyo al andar en los bastones: me apoyo en los amigos. Amigos ya muertos, que me regalaron bastones de otros muertos. Amigos vivos aún, que la vida se llevó de mi vida. Amigos con quienes todavía tomo el vino y el sol…’
Y como no podía ser de otra forma, en un lugar en el que todo el arte tiene cabida, a la izquierda del patio principal descubrí un espacio para exposiciones itinerantes, y en el mismo momento en que yo lo visité, había una muy original, para mi agradable sorpresa visual. Sigue leyendo, que yo seguiré contando… 😉
Dentro de la XV Bienal de Fotografía, pude disfrutar de Ausín Sáinz y sus ‘Obras agónicas y otras patologías‘. Artista burgalés ‘removedor de conciencias‘, que fantasea con el realismo a través de la fotografía real, mostrándonos al ser humano y sus tormentos.
Las obras que allí se expusieron, están basadas en la vanidad y el orgullo, la caducidad de la persona o la infinitud, que reinterpreta el deseo del hombre de crear vida a través de la ciencia.
Obra, como poco inquietante, que se ha podido disfrutar tanto en España como en otros lugares repartidos por el mundo. Un lujazo para mis sentidos y mi conciencia, y para la de todo el que quiera disfrutarla. ¡Enhorabuena Ausín Sáinz! 🙂
Cuando se cumplen 15 años de su apertura, el lema de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores es el verso del Cantar de los cantares: “Pone me ut signaculum super cor tuum”. Una idea que marca la personalidad de los jóvenes que tienen la suerte de vivir esta experiencia, una idea que nace para que ellos mismos se reconozcan unos a otros y que, al verse en el futuro, tengan conciencia de haber compartido un mismo sueño, sin siquiera haberse visto.
Para finalizar, dejo unas líneas escritas por Antonio Gala sobre Córdoba, ciudad de la que presume allá por donde quiera que va, para orgullo y regocijo nuestro:
‘Hay ciudades que nacen para ser vistas, como Venecia; hay ciudades que nacen para engendrar ciudades, como Roma; hay ciudades que nacen para aportarse y ser al mismo tiempo aportadas en un enriquecimiento de la humanidad. Córdoba ha hecho por el ser humano tanto como Atenas, tanto como Florencia. Ser de Córdoba es una de las pocas cosas importantes que se pueden ser en este mundo’
Ponme como un sello sobre tu corazón. Y así ha sido.
Y una curiosidad que no quería dejar en el tintero: ¿sabías que Antonio Gala antes de dedicarse a la escritura fue repartidor de pan, peón de albañil, camarero o profesor de literatura francesa? 😉
¿Te ha gustado descubrir este rincón tan especial del autor de ‘El Manuscrito Carmesí‘ o ‘La Pasión Turca?? ¡Gracias una vez más por estar ahí y leerme! Y si te ha gustado, ¡compárteme para que todos tus amigos se enteren! 🙂
Localización: Calle Ambrosio de Morales, nº 20 – 14003 Córdoba
La Ruta de Petruska 